martes, diciembre 13, 2022

En el camino.

Es una danza curiosa.

Primero, porque no me sé los pasos, y nunca quise saberlos. Le hacía la huida a este baile como si fuese una sentencia de muerte, una vergüenza. Me rebelé, y rebelé, y rebelé.

Luego, le vi danzando por el rabillo del ojo.

Sola, siempre sola.

Y le ignoré. Porque yo no quería bailar así, y en mi testarudez pretendí que no existía. De seguro, eso mismo hacía que me sobresaltara aún más cuando recordaba que estaba más cerca de lo que había creído, haciendo sus pasos sin importar que yo no le siguiera.

Ese fue mi error, quizás. Hacerme creer que no estaba bailando.

Porque lo hacía. Cada vez que le esquivaba, cada vez que cambiaba de dirección. Lo hacía, espejando sus movimientos para no cruzarnos.

Y aprendió a bailar alrededor mío, hasta que me acostumbré a su presencia. Hasta que, un día, predije dónde estaría, y giramos al mismo tiempo. Dos sombras dejándose llevar por la misma fuerza.

Y ahí ando.

No me sé los pasos, pero lo quiera o no me estoy acoplando al ritmo de la soledad. No me asusta.

Baila bien.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Está comprobado* que dejar comentarios es bueno para la salud; mejora la digestión y disminuye el riesgo de sufrir paros cardíacos.


*Nᴏ, ɴᴏ ᴇsᴛá ᴄᴏᴍᴘʀᴏʙᴀᴅᴏ, ᴇs ᴜɴᴀ ᴠɪʟ ᴍᴇɴᴛɪʀᴀ ᴘᴀʀᴀ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴇɴ ʟᴏs ᴘᴏsᴛ. Sɪ ᴀ ᴜsᴛᴇᴅ ʟᴇ ᴅᴀ ᴜɴ ᴘᴀʀᴏ ᴄᴀʀᴅɪᴀᴄᴏ ᴀ ᴘᴇsᴀʀ ᴅᴇ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀᴍᴇ, ɴᴏ ᴍᴇ ᴄᴜʟᴘᴇ, ᴛᴀᴍᴘᴏᴄᴏ ᴠᴇɴɢᴀ ᴀ ᴘᴇɴᴀʀᴍᴇ sɪ ᴇs ǫᴜᴇ sᴇ ᴍᴜᴇʀᴇ.