Luego, mientras escribo, mientras la noche está quieta y sólo me acompaña el silencioso ronroneo del disco duro y el tac tac tac de mi tecleo, me doy cuenta que he caído en lo mismo, y solita me respondo que tengo que dejar de pensar en mí como dos personas de un antes y un después, que somos la misma, que siempre lo hemos sido. Antes me describía en capas, tenía claro cuándo salía una y cuándo la otra; creo que es la itinerancia de cada una lo que ha cambiado y me ha hecho creer que sólo porque una yo se haya quedado más tiempo fuera, las otras desaparecieron.
Es chistoso esto de los mensajes, de las señales y de las cosas que de improviso llaman tu atención para darte claridad en algo. El otro día, leí que en la vida hay que ser pétalo y espina, y creo que lo entiendo.
Una flor sólo es flor, no importa qué parte de ella estés mirando.
Cada vez que le doy vuelta siento que antes era una y ahora otra distinta. a veces me da pena porque quisiera ser la de algunas épocas, otras veces me gusta porque soy dinámica. aunque hay ocasiones donde creo que mis versiones las veo solo yo y nadie más.
ResponderBorrarPara mi son versiones, para ti son capas. como sea, te quiero en capas, en versiones y completa.
(PD: fijo que te voy a penar igual si me muero).
Para mí son un continuo, si te sirve, las recuerdo a todas como una sola.
BorrarYo te quiero en todas tus versiones, hasta en las beta. 💕
(Pero qué tal si no te mueres y así no tengo que hablarte por medio de una ouija.)