martes, marzo 24, 2009

En tus manos

Y heme aquí, sin tapujos, sin vergüenza, con todas las ideas, con todos los sentimientos que están en mi. Cada cosa que he decidido plasmar en palabras está acá porque me ha parecido importante, es por eso que frecuentemente apareces por éstos lados, no te sorprendas demasiado.

Ahora lo sabes.

Bienvenido a mi corazón.

lunes, marzo 23, 2009

Guilty

Is it a sin, is it a crime
loving you dear like I do
if it's a crime, then, I'm guilty
guilty of loving you.

domingo, marzo 22, 2009

Castillo de Naipes.

Primer naipe, segundo naipe, tercer naipe.

Me da miedo pensar en lo que podría pasar si él hace lo que está pensando hacer, si de un momento a otro todo desaparece "como si nunca hubiera existido", como si todo hubiese sido simplemente un sueño.

Cuarto naipe, quinto naipe, sexto naipe.

Un sueño de columpios, árboles y risas; un sueño de habitaciones azules y pequeñas con canciones de amor tocadas en guitarra. Un sueño que parece durar siempre cuando hablo con él, y del que me dolería mucho despertar.

La realidad duele demasiado cuando has pasado tanto tiempo en la ensoñación, y por muchos golpes que yo me haya dado, no podría soportar éste.

Séptimo naipe, octavo naipe, noveno naipe.

Mi corazón es frágil, es muy testarudo al querer y puede hacer un espacio enorme para quien sabe ganárselo con ternura y dedicación; y por sobre todas las cosas, para quien promete cuidarlo.

Sacar ese espacio sería como desgarrarlo por completo, quedarían solamente jirones. Con amor también, pero no lo suficientemente grandes para reunirse y formar un corazón nuevo.

Décimo naipe, decimo primer naipe, decimo segundo naipe.

Hemos construido un castillo de naipes, de esos que son preciosos y grandes si los cuidas; pero que pueden desmoronarse completos con la más mínima brisa.

Insomnio

Es tan exasperante darme cuenta tan tarde de lo hondo que has calado en mi; lo se porque lo siento.

Siento como me late el corazón cada vez que apareces, siento como todo se llena de luz cuando hablo contigo, siento como me desespera el hecho de que no estés aquí ahora mismo, siento como no quiero despertar cuando sueño contigo, siento como me importa cantar bien "Kiss Me" para ti, siento como tenemos una conexión más allá de lo normal cuando describo tu habitación sin siquiera conocerla aun, siento como anhelo tus abrazos, siento como me matan las ganas de caminar a tu lado y mirar las estrellas solamente contigo...

Siento como se me llenan los ojos de lágrimas al darme cuenta de lo maravilloso que eres y de como poco a poco te has ganado por completo mi corazón.

miércoles, marzo 11, 2009

El ángel.

Usualmente yo no necesitaba apoyo, me gustaba lidiar con mis problemas yo sola. ¿Para qué complicar al resto de la gente cuando yo misma podía salir de las adversidades que se me presentaran en el camino? Aunque fuera muy lentamente y pareciera que nunca iba a llegar, al final siempre se veía la luz.

Ese era mi lema, yo tenía mi mochila - mis propios pequeños líos - y nadie más debía cargarla por mi, no era justo ni razonable.

Pero ésta vez, el peso ni siquiera me dejaba respirar, mucho menos caminar.

Era como si en la espalda tuviera solamente vidrio roto que llevaba a cuestas y, poco a poco, con cada respiración se me fuesen incrustando trocitos de cristal. Terriblemente doloroso. Pero tenía que seguir, el corazón no podía dejar de latirme por algo así; la herida ardía y parecía no querer sanar, mas eso no podía ser un impedimento para mi.

Tenía que lograr meterme eso en la cabeza, aunque parecía tan dificil en aquel momento, casi como un imposible.

Estaba ciega y prácticamente sola, me sentía sin fuerzas y no sabía qué hacer.

De un momento a otro sucedió algo que ni en mis sueños hubiera sucedido, podía esperar de todo menos eso.

Casi como un salvavidas unos brazos me envolvieron en medio de la oscuridad; fuertes, seguros, hechos solamente para que yo me refugiara en ellos. Por inercia me acurruqué y cerré los ojos, como si siempre hubiera pertenecido ahí, como si ese fuera el único hogar en el que yo necesitaba estar.

Cuando volví a abrir los ojos la vista se me aclaró de inmediato, el dolor cesó y sentí como mi corazón se curaba, parecía que nunca hubiera estado roto.

Parecía tan feliz que hasta podía jurar que latía más rápido.

Alcé la vista y me encontré con un par de ojos llenos de luz que me miraba preocupados. Y no pude evitar sonreir.

Como si eso fuera lo único que necesitaba, él también sonrió.

Un ángel, tal vez...

Pero yo sabía que era diferente, éste era mi ángel; no necesitaba alas y tenía un alma llena de amor. Y un corazón. El corazón más hermoso del mundo.

Y estuve feliz a pesar de todo lo malo que podía suceder en mi vida, tan solo porque él estaba conmigo.

miércoles, marzo 04, 2009

En la noche.

Esa misma noche le prometí cuidarme y prometí regresar a cantar su nana, y lo hice. Aún cuando ella realmente no lo sabía, pero seguramente me habría estado esperando esas horas en las que estuve ausente. Mis pensamientos llegaron a culparse de ello pero no era cosa que yo pudiera controlar; incluso con mis habilidades no tenía el poder absoluto del todo que me causaba contratiempos para estar junto a ella.

La ventana, tan fiel como siempre, estaba abierta esperando mi llegada. No tardé demasiado para entrar y perturbar mi nariz, mis sensaciones y mis pensamientos con aquel dulce y desgarrante aroma de la que yacía en la cama completamente rendida, muerta y sumisa en sueños. Mis labios se estrecharon y formaron una sonrisa instantanea cuando vi sus cabellos revueltos sobre la cama, pues la almohada ahora estaba a un lado de su cabeza, la pijama tan rasgada y su posición recostada que hasta en cierto punto parecía incómoda.

Bella siempre me quitaba la similitud y continuidad de mis pensamientos. Llevándome a un mundo que para mi era completamente desconocido. En ese preciso momento no quise ni siquiera recostarme a su lado para no despertarla, aunque los verdaderos y furtivos motivos eran estos: Me fascinaba verla dormir. Era una de las cosas que más me gustaba hacer además de pasarmela junto a ella.

Era el momento en que Bella no tenía que explicarme nada, en que ella no hablaba ni me decía lo que pensaba. Eso. Eso era lo que más me desesperaba y me atrapaba. Efímeramente movía algún pie, un brazo, e incluso su cabeza aún dormida mientras escuchaba aquel sonido favorito que tenía, los hermosos y melodiosos sonidos de su corazón calmado entre el silencio de la habitación. Cuando mis oídos se concentraban únicamente en esos sonidos, los demás me eran inexistentes.

Ni ronquidos ajenos. Ni gatos. Ni perros. Ni aves. Ni el viento. Nada.
Nada escuchaba que no fuera su corazón y su respiración moderada.

Volví a sentirme un acosador psicópata.

¿Y todavía sabiéndolo y restregandomelo en la cabeza, qué hice? Me fui hacia ella y me senté sigilosa e imperceptiblemente a su lado, acomodando y moldeando mi cuerpo para no rozarla siquiera. Ahí me quedaría toda la noche si era necesario. Viéndola dormir, tratando de averiguar o imaginar qué imagenes tenía en su cabeza cuando soñaba, ver si era una pesadilla o no dependiendo de sus respiraciones..

Ahí estaba yo, el León cuidando a la Oveja que dormía plácidamente.
Y ahí estaba la Oveja.. inconsciente del peligro y la protección a la vez a su lado.


------


Sin palabras, y con el corazón latiéndome desenfrenado.