Usualmente yo no necesitaba apoyo, me gustaba lidiar con mis problemas yo sola. ¿Para qué complicar al resto de la gente cuando yo misma podía salir de las adversidades que se me presentaran en el camino? Aunque fuera muy lentamente y pareciera que nunca iba a llegar, al final siempre se veía la luz.
Ese era mi lema, yo tenía mi mochila - mis propios pequeños líos - y nadie más debía cargarla por mi, no era justo ni razonable.
Pero ésta vez, el peso ni siquiera me dejaba respirar, mucho menos caminar.
Era como si en la espalda tuviera solamente vidrio roto que llevaba a cuestas y, poco a poco, con cada respiración se me fuesen incrustando trocitos de cristal. Terriblemente doloroso. Pero tenía que seguir, el corazón no podía dejar de latirme por algo así; la herida ardía y parecía no querer sanar, mas eso no podía ser un impedimento para mi.
Tenía que lograr meterme eso en la cabeza, aunque parecía tan dificil en aquel momento, casi como un imposible.
Estaba ciega y prácticamente sola, me sentía sin fuerzas y no sabía qué hacer.
De un momento a otro sucedió algo que ni en mis sueños hubiera sucedido, podía esperar de todo menos eso.
Casi como un salvavidas unos brazos me envolvieron en medio de la oscuridad; fuertes, seguros, hechos solamente para que yo me refugiara en ellos. Por inercia me acurruqué y cerré los ojos, como si siempre hubiera pertenecido ahí, como si ese fuera el único hogar en el que yo necesitaba estar.
Cuando volví a abrir los ojos la vista se me aclaró de inmediato, el dolor cesó y sentí como mi corazón se curaba, parecía que nunca hubiera estado roto.
Parecía tan feliz que hasta podía jurar que latía más rápido.
Alcé la vista y me encontré con un par de ojos llenos de luz que me miraba preocupados. Y no pude evitar sonreir.
Como si eso fuera lo único que necesitaba, él también sonrió.
Un ángel, tal vez...
Pero yo sabía que era diferente, éste era mi ángel; no necesitaba alas y tenía un alma llena de amor. Y un corazón. El corazón más hermoso del mundo.
Y estuve feliz a pesar de todo lo malo que podía suceder en mi vida, tan solo porque él estaba conmigo.
Mirá que mi blog se renovó totalmente che. y que no tengo tiempo libre como para tocar, pero ansío momentos diez 24 más que nunca viteh.
ResponderBorrarAh, y mirá tb que estoy como sola viteh.
lindisimo, como siempre que vengo... es impagable, ese saberte comodo, como de conocerte de toda la vida, ese pertenecer tan hermoso
ResponderBorrarbesos, que andes bien