viernes, septiembre 11, 2020

Espanto y empatía.

 Es súper sencillo desconectarse. Fácil. Sin esfuerzo.

Vivir pretendiendo que no pasa nada, que el dolor del otro es algo que puedes ignorar porque si no lo pescas, nunca se registra en tu órbita.

Cuando miro hacia atrás y pienso en la Catie de hace diez años, creo que mucha de su plenitud en ese momento tiene que ver con que estaba desconectada. Su preocupación se limitaba a un puñado de personas cuyas vidas, también, estaban bastante desprovistas de preocupaciones.

El sufrimiento, la carencia, la pobreza, todas esas cosas que su propia familia había vivido una generación atrás y contra las que había luchado incansablemente para nunca más tener que enfrentarlas, eran algo que en aquel momento sólo era racionalizado por todos como flojera, como comodidad. En la búsqueda por asomar la nariz en un poquito de dignidad, parece que las personas quedan tan traumatizadas, tan expuestas, que el costo de lograr llegar al punto en el que están es observar para siempre su propio esfuerzo como algo único y extraordinario. (Y lograble). Porque nadie les ayudó.

A los que quedan atrás, nadie les ayuda tampoco.

El camino a la empatía, como antes he dicho, es doloroso; es un montón de mirarse al ombligo y cuestionarse e incomodarse y no conformarse con el nivel de comprensión que uno tiene ahora. Es juzgarte duro cuando te acuerdas de cosas como que no querías ir al Museo de la Memoria porque te habían hecho creer un montón de mentiras y tú tampoco lo cuestionaste más allá. Es ver a tus papás, a quienes les hacían ropa con sacos de harina y que se desmayaban de hambre cuando chicos y no entender cómo es que a ellos les mintieron también si estuvieron ahí mismo.

Es sentir el nudo en la garganta y escribir porque no sabes qué más hacer con estos ojos llenos de lágrimas y el dolor profundo e infinito que casi un país entero tiene mucho miedo de recordar y sentir por sí mismo.

2 comentarios:

  1. siempre te he encontrado tan aterrizada y tan consciente de todo, que a veces olvido que siendo humana obviamente a veces no lo eres. y está bien que no siempre lo seas, si no estarías siempre en la tierra y nunca flotando por el cielo con diamantes. (traté de no enredarme ññ)

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    1. Yo creo que no te puedes imaginar la forma en que se me hinchó el corazón con tu comentario. Gracias por recordarme que tengo que darme el tiempo de volar. <3

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Está comprobado* que dejar comentarios es bueno para la salud; mejora la digestión y disminuye el riesgo de sufrir paros cardíacos.


*Nᴏ, ɴᴏ ᴇsᴛá ᴄᴏᴍᴘʀᴏʙᴀᴅᴏ, ᴇs ᴜɴᴀ ᴠɪʟ ᴍᴇɴᴛɪʀᴀ ᴘᴀʀᴀ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴇɴ ʟᴏs ᴘᴏsᴛ. Sɪ ᴀ ᴜsᴛᴇᴅ ʟᴇ ᴅᴀ ᴜɴ ᴘᴀʀᴏ ᴄᴀʀᴅɪᴀᴄᴏ ᴀ ᴘᴇsᴀʀ ᴅᴇ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀᴍᴇ, ɴᴏ ᴍᴇ ᴄᴜʟᴘᴇ, ᴛᴀᴍᴘᴏᴄᴏ ᴠᴇɴɢᴀ ᴀ ᴘᴇɴᴀʀᴍᴇ sɪ ᴇs ǫᴜᴇ sᴇ ᴍᴜᴇʀᴇ.