El otro día soñé algo bastante particular.
Ya no lo recuerdo tan claro, y me reclamo a mí misma por no haber venido antes a registrarlo, pero es lo que es: a veces, lo único que nos queda es una memoria difusa y una emoción intensa en el pecho.
Recuerdo que estaba en un lugar con muchos asientos. Un auditorio, quizás. Tenía ese aire de grandeza artificial, de luces grandes y voces tronadoras. A media luz, un grupo de personas presentaban gráficos impresos en cartón a una audiencia inexistente. Yo, inmaterial, me movía entre ellos por el escenario, tomando detalle de sus facciones deformadas por las intensas luces.
Un par apuntaba con ahínco a un primer gráfico que detallaba lo siguiente:
Sólo el 22% de las personas considera en su futuro el deseo de tener hijos.
Mi yo onírica observó en silencio este gráfico, su ceño fruncido mientras intentaba descifrar la seguidilla de pensamientos que rondaban atropelladamente por su cabeza. Tenía sentido, ¿no? Al final, hay demasiadas variables involucradas para sólo decir que sí.
Después de un debate agitado del que ya no me acuerdo, otro par reveló un segundo gráfico:
El 99% de las personas cree que allá afuera hay un amor verdadero.
Y no sé si desperté después, pero hasta ahí me acuerdo. Ahora, escribiéndolo, pienso que tal vez la interpretación de los sueños algo tiene, pero no me quiero analizar.
últimamente estoy soñando con gente pero conocidos de mi vida real (i mean, no conocidos de famosos) y es muuuy raro porque quedo con recuerdos escasos y muchas sensaciones pero lo más concreto que recuerdo son quiénes estaban.
ResponderBorrarsoy parte del 99% aunque no sé si es bueno o malo